10Mocomoco, 22 de noviembre de 2004

 

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra:

 

El lunes de la semana pasada salía de Mocomoco hacia La Paz como cada lunes para seguir haciendo trámites y compras que faltan de la guardería. Cual fue mi sorpresa que a 10 km del Alto me encuentro con una barricada de autobuses,foto pregunto qué ocurre y me dicen que están de paro cívico. Yo les digo que me dejen pasar que vengo de muy lejos y quiero ir a mi casa a descansar, me dejan pasar, pero a 100 metros de nuevo encuentro otra barricada pero esta vez de piedras, cuando estoy llegando empiezan a tirarme piedras, de nuevo explico otra vez y me dejan pasar, y de nuevo a 100 metros otra barricada, pero me rodean el coche y amenazan con golpearlo, me paro, les explico y esta vez ya no entendían, o sea que dejé el coche en la cuneta y me senté a diez metros de el.
Así estuve cuatro horas, hasta que harto de la situación le pedí a una señora que si podía meter el coche en su huerto. La señora se apiadó de mí, yo por si acaso le pagué diez bolivianos para que lo cuidara, agarré la mochila y me puse a andar, desde donde estaba hasta llegar a la casa hay 12 kilómetros, yo anduve unos 8, pues logré agarrar un minibús que me acercó hasta casa.
Lo triste de todo esto es que la gente tiene que manifestarse obligatoriamente porque se pasa lista en cada barricada y quien no está se le impone una multa de 50 bolivianos, para muchos algo impagable.Cinthia
El estado en este país es una vaca que hay que ordeñar pero el poder real lo tienen los sindicatos.

 

Al día siguiente fui a celebrar misa a las Hijas de la Caridad, ya que una de ellas cumplía años y aparte celebraban la novena a la Virgen Milagrosa, mi sorpresa cuando llego a su casa es un niño de 3 años que se ha perdido, o digamos fríamente lo han extraviado sus padres. El caso es que ya van varios niños que aparecen en la puerta de las Hermanas. Han llamado a la policía y después de un par de horas aparecieron, curiosamente en el coche de la policía había otro niño extraviado.
Les pregunté a la policía y me dijeron que cada día recogen a unos diez niños, y que luego van a un albergue. Yo mientras venía la policía traté de que el niño dejara de llorar, jugué un buen rato con el y reía a brazo partido, pues no paraba de darle besos y hacerle cosquillas. Yo le he dado los besos más cariñosos que tengo, porque en miFoto interior me preguntaba ¿qué habrás hecho tu pequeña criatura para que te abandonen? ¡Vente conmigo y te daré lo que tenían que darte y nunca que te darán! El cariño de padre, la educación, y lo material para que no te falte de nada.

Cada día agradezco más a Dios haber tenido unos padres maravillosos que lo dieron todo por mí, que me enseñaron a amar, pero sobre todo a amar al prójimo antes que a mí mismo.

 

De nuevo camino a Mocomoco paro en Italaque para hablar un rato con el P. Francis y me dice que ayer llegó una mujer con tres niños a la que habían botado de su casa, su propio marido que había llegado con otra.
El P. Francis ha acogido a la señora y a los niños en la guardería, la mujer va a trabajar la tierra y los niños se quedarán en la guardería. El P. Francis me dice que sólo hay una cosa lógica en Bolivia: que todo es ilógico.

 

Una vez que he llegado a Mocomoco una señora me ha regalado un bizcocho para mi “tesito”. Y los niños se han ofrecido a lavarme el coche por fuera y por dentro, mientras los dejo con el trabajo me he puesto a montar estanterías metálicas en la guardería. Lo más bonito ha sido que por un lado las profesoras y la cocinera han venido puntuales para limpiar la guardería, y por otro lado que Pastorcillalos niños me han ayudado a montar las estanterías, claro que los inconvenientes es que a veces no calculaban bien los agujeros y los estantes estaban inclinados y había que volver a montarlos, pero da igual, estar rodeado literalmente de 20 niños que con toda ilusión intentan ayudar, ya merece la pena.

 

Hoy sábado he visitado tres comunidades, y lo más bonito es que en una de las comunidades que se llama Huarcamarca hemos celebrado la eucaristía unas 150 personas; pero cuando he ido a la comunidad de Paco por segunda vez en este año, resulta que la capilla se ha quedado pequeña pues hemos doblado el número de asistentes respecto de la anterior visita. Además los niños han estado muy cercanos, tanto que me he sacado una foto rodeado de ellos pero sin necesidad de insistir. Por cierto, ya va siendo una norma celebrar bautizos y bodas en las comunidades.

Eso sí, hoy mi jornada de trabajo ha sido de nuevo de 12 horas, añadido que estaba lloviendo a ratos, pero sobre todo había una niebla espesa que hacía difícil la conducción. En último lugar he estado reunido con los dirigentes de una comunidad, hemos programado elaborar un proyecto de artesanía, ya que lana de alpaca y llama como materia prima existe en abundancia, pediremos a alguna organización unas máquinas de coser para elaborar las prendas y poder venderlas en La Paz.Sonia

Me ha llamado la atención que ellos decían, “sabemos que somos pobres y que nuestras familias son pobres, pero no queremos que nuestros hijos sean tan pobres como nosotros, por eso queremos ofrecerles una manera de sacar recursos, de salir de la pobreza”.

Yo me he comprometido con ellos a ayudarles a elaborar el proyecto y presentarlo a alguna organización.
De momento estoy contento porque ya no me piden plata, sino que me piden ayuda, yo creo que es un gran paso.
Yo les he dejado claro que no tengo plata, pero que juntos podemos presentar los proyectos y esperar la ayuda, y por supuesto ser transparentes y claros en las cuentas.

 

Hoy domingo he celebrado la misa en la parroquia y de nuevo la asistencia ha sido muy buena, me he propuesto celebrar la misa en bilingüe porque más o menos digamos que asisten la mitad de fieles de las comunidades cercanas y la mitad del pueblo, así nadie se siente excluido. Después de la misa he invitado a mi casa a todos los niños que han asistido a misa, total que la cocina-salón, porque hace ambos servicios, estaba al completo hemos tomado unas empanadas de pan y queso, un refresco y una galletas. Les invitado porque me apetecía pero ellos decían que era porque le padre había cumplido años.
Imagen Grupo
Después hemos salido para visitar una comunidad que se encontraba a hora y media en coche más hora y media andando. Había momentos que me imaginaba en una película de Tarzán, pues he caminado por las laderas de las montañas que se encuentran en el valle y eran unas montañas todo verdes con abundante vegetación y eso sí con unos precipicios que en cualquier momento un negro se iba a caer con la carga, claro que esta vez no había negros y lo único que portaban los niños era mi maletín para celebrar la misa.
Asombrosamente empieza a ser una tónica la puntualidad en las comunidades, cuando llegué la gente me estaba esperando, ¡qué milagro! He confesado a casi tota la comunidad y me he llenado de tristeza, porque de nuevo he podido comprobar el dolor de las mujeres ya que muchas de ellas son golpeadas por sus maridos, me llama la atención que una mujer aymara, dada a pocas expresiones se me ponga a llorar. Se que ha habido casos de que al golpear a mujeres embarazadas algunas han llegado a perder a sus hijos. Es terrible

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Después de celebrar la misa me he fijado en una familia que sea muy pobre, y he empezado a jugar con esos niños, de nuevo con ropas viejas y rotas, y por supuesto sin zapatos. Me he alegrado porque he visto reír a las mujeresen la niebla y disfrutar de lo lindo viéndome hacer el ganso con los niños, de hecho al despedirme le he dicho: hemos celebrado, hemos comido, y hemos reído, y una mujer me ha dicho, “hemos reído harto”. Me alegra poder hacer que unas mujeres que sufren tanto puedan tener un momento de risa amplia, es lo menos que se merecen.

La mujer del tercer mundo digamos que es una pobre entre los pobres. Después a la vuelta como era montaña abajo se nos ha hecho más corta la vuelta, y los monaguillos que me han acompañado no paraban de reír y jugar total que me he unido a ellos y lo hemos pasado en grande. Ha sido una tarde llena de emociones.

Mañana quería ir al Alto pero de nuevo van a hacer paro cívico, y claro no quiero ser el animal que tropieza dos veces en la misma piedras, en este caso en las mismas piedras, por eso me quedo en Mocomoco a la espera de que el paro pase.
Lo malo de esta vez es que anuncian que puede ser un paro indefinido, bueno si reciben este correo el martes será que sólo duró un día, ya veremos, y es que hacer planes en el tercer mundo es algo arriesgado.
Por cierto, hace diez minutos se ha ido la luz en Mocomoco.

 

Unidos en la oración