19 Mocomoco, 19 de febrero de 2005.

Restaurante San Pedro de Mocomoco:
Hacía cinco días que no estaba en Mocomoco y al llegar los niños me han recibido con una gran alegría, me he quedado sorprendido. Como siempre me han ayudado a descargar, literalmente me quitaban las cosas de las manos. Esta ha sido la primera sorpresa al llegar, porque la segunda ha sido que en la misa los adultos eran más que los niños, algo realmente sorprendente. Y el domingo de nuevo a pesar de la lluvia se ha vuelto a llenar la iglesia. La gente me decía que se me echaba de menos, que los niños andaban como perdidos.
Hoy después de la misa como hacemos todos los domingos hemos preparado la comida para los niños que quisieran venir a almorzar a la parroquia, este domingo de nuevo el método ha variado un poco en la comida pues ahora el sábado pensamos lo que vamos a cocinar hacemos una lista y cada uno debe de traer algo para compartir. Hoy hemos comido pollo con patatas, arroz (¡como no!) y postres que serían como unos plátanos pero más grandes de los que conocemos nosotros. Bueno yo he puesto el pollo y el arroz, y los niños el resto.Almuerzo en comunidad En total hemos almorzado unos 30, yo digo que bienvenidos al restaurante San Pedro de Mocomoco. Siempre en España decíamos que de la misa a la mesa, ahora aquí es una realidad. El problema es que la sala donde almorzamos ya se está quedando pequeña, habrá que inventar algo para acomodar en el caso de vengan más, que seguro que será así.
Aprovechando que tengo conmigo a los seminaristas vicentinos para esta semana vamos a dar apoyo escolar a los niños de siete años en adelante. Hablar de los seminaristas es curioso porque en Bolivia sólo estamos cuatro sacerdotes vicentinos o paúles, y tenemos diez seminaristas, jóvenes de 18 a 22 años, y todavía hay más jóvenes que han pedido el ingreso pero la casa que tenemos no da para más. Es curioso que en España casi no tenemos seminaristas pero tenemos grandes casas-seminarios vacías. Decía que es curioso hablar de los seminaristas porque de los seis que tengo a mi cargo estos días digamos que representan a toda Bolivia, pues dos son quechuas, dos aymaras y dos guaraníes. Me ha alegrado mucho ver a uno de los guaraníes que es de San Lorenzo de Moxos, donde estuvimos este verano de misión. Se acordaban de las actividades que habíamos realizado en ese tiempo de misión. El pobre como viene de la zona tropical se está muriendo de frío y también nota la altura, pero poco a poco se va acomodando.
Hoy lunes era la apertura del curso escolar, por primera vez en muchos años se ha iniciado con una eucaristía. Pero lo que me ha hecho ilusión ha sido que después se ha entonado el himno a Bolivia y me han pedido que ice la bandera de Bolivia. Yo me he acercado al mástil, y claro nunca he izado una bandera y menos la de otro país, no sé, pero me ha parecido un gesto muy bonito el que me pidieran que fuera yo. En Bolivia en los colegios se enseña el himno de la nación y todos desde pequeños conocen la letra del himno y lo cantan con pasión, es bonito verles.
La experiencia bonita del día ha sido que ha venido un padre invidente con su hijo para apuntarle a la escuela de fútbol que hemos creado y me ha dado las gracias por dar a sus hijos de desayunar en a guardería con el desayuno escolar, pero lo que me ha llegado al corazón ha sido que me ha dicho ¡que Dios le bendiga!, me ha llamado la atención porque lo ha repetido varias veces, y eso que esta frase soy yo el que se la digo a la gente, pero que me la digan a mí me ha llegado dentro.
La experiencia triste ha sido que me han llevado a un niño de tres años a la guardería con el brazo roto, se lo había roto el padre en los pasados carnavales, estaba borracho. Me lo ha traído la doctora y la madre para que se quede, le he enseñado la guardería, se le veía contento.
Hoy he recibido la visita del distrital de educación solicitándome que acoja a los niños de cinco y seis años.Almuerzo en comunidad Esta idea ya se la propuse yo hace seis meses, pero se ve que aquí la reacción va un poco más lenta de lo normal. Hemos llegado al acuerdo de que yo cedo uno de los salones y ellos ponen a la profesora a la que pagan su salario. En verdad, todo esto ha venido porque la asociación de padres ha presionado a educación, parece que aquí todo se logra bajo presión. Y hablando de presión de nuevo hay amenazas de bloqueos en el país por el tema de los hidrocarburos.

Bolivia tiene la segunda mayor reserva de gas de Hispanoamérica y claro, el tema es si se trata aquí el gas y se vende al exterior con lo que supondría de riqueza para el país o si se saca de aquí vendido como materia prima a bajo precio y se elabora fuera por las multinacionales. El tema está parado y digamos que de la solución que se tome va a depender el futuro del país. Hace un mes estuvieron representantes del FMI y del Banco Mundial avisando de que el país está en una situación límite ya que el 80 por ciento de lo que produce el país (PIB) es para pagar la deuda externa, y avisan de que la postura que se tome en el tema de los hidrocarburos va a ser vital.


Por otro lado el lado oriental del país amenaza cada vez con más fuerza el tema de la autonomía. Ya veremos como avanzan los acontecimientos.
Esta semana viajaré a Cochabamba a la Asamblea de la Familia Vicenciana, y de paso me llevo a un niño de un año para ver si lo pueden operar de una malformación. En Cochabamba está la hermana Adelina una navarra que es como un terremoto pero de hacer bien a la gente. Ella me ayuda con el tema de los niños pequeños.

Unidos en la oración