34 Mocomoco, 9 de septiembre de 2005


Un año en tierras bolivianas:


Y el mejor broche para cerrar un año ha sido la venida de los españoles y su actividad con los niños, cerca de setecientos niños se han beneficiado de su presencia. Aunque hemos centrado la actividad en Mocomoco, no por eso han dejado de participar de las comunidades de las dos parroquias. Se visitaron seis comunidades como centros y vinieron de las comunidades más cercanas a estos centros. Se han realizado talleres de todo tipo y juegos variados, aparte de profundizar de una manera más específica en el catecismo. Ahora que se han ido se siente su presencia por estas tierras, los niños recuerdan sus nombres, y yo siento nostalgia de que ya no están aquí, ¿será que los españoles dejamos huella allá por donde pasamos? Cierto que ha sido un mes muy provechoso, yo os pido perdón: Sebas y Loli, Iván, Cinta y Fran si os he explotado un poco por estar todo el mes trabajando sin descanso, pero seguro que os habéis llevado una experiencia bonita y fructífera para vuestras vidas. Ya se os echa de menos, sólo recordar la despedida que os brindaron los niños y adultos. Gracias a vosotros hemos podido celebrar después de muchos años unas primeras comuniones, unos días que muchos de ellos no olvidarán jamás, ni yo tampoco. Como tampoco olvidarán jamás la excursión que hicimos con 60 de ellos al Santuario Virgen de Copacabana. El otro día merendando en casa los niños recordaban vivencias de esa excursión.


Ahora le preguntan a Cinta si no se siente sola, ella dice que echa de menos a los españoles, yo también, y no quiero ni pensar cuando se vaya Cinta y lleguen las lluvias que ya han empezado a aparecer. Lo que quiero decir es que durante este mes de agosto hemos vivido en comunidad, nos hemos reído mucho, la gente decía que los españoles no paraban de reír, nos hemos asombrado de la alegría de estos niños en su pobreza, nos hemos enfadado porque cada día soy más exigente y a veces no mido, pero en el fondo late el cariño que sentimos unos por otros y el que hacemos extensivo a los que nos rodean. Desde aquí gracias de nuevo por venir a estas tierras, ahora los españoles saben como son estos caminos, como te cansas al realizar el mínimo esfuerzo físico, como duele todo el cuerpo, pero aquí hay unos cuantos brazos abiertos que quieren de nuevo abrazaros a la sombra de los Andes. Esta es vuestra casa, aunque no tiene muchas comodidades, ya lo sabéis, pero hay amor, mucho amor porque estéis de nuevo aquí, ahora soy yo el que soñaré con vosotros para que los días pasen más deprisa y así lleguéis antes de nuevo a estas tierras. Gracias


Y la misión no puede parar, por eso hemos empezado otra actividad social a las ya iniciadas, los desayunos escolares para 1.307 niños de Italaque, Mocomoco y comunidades. ¿Recuerdan que les decía en mis primeros escritos que estaba con niños pobres pero que los más pobres estaban en las comunidades y no hacía casi nada por ellos? Ahora ya puedo decir que estoy haciendo algo aunque poca cosa por estos pequeños angelitos. Los quintales de leche, maizena y azúcar parecen que se evaporan y el dinero ahora se va más deprisa, es normal, pero con la tranquilidad de que estamos mejorando algo la alimentación de muchos niños. Este mes también hemos empezado a dar leche materna a tres madres que han tenido gemelos y no tienen leche en sus pechos debido a la mala alimentación que ellas tienen. Les estamos comprando leche materna en botes que también desaparecen pronto. El doctor me pidió el favor y me dijo que los bebés están desnutridos y muy bajos de peso.


La semana pasado hemos tenido la reunión de catequistas de las dos parroquias pues parece que va a tardar en venir un padre a sustituir al P. Francis. Ya celebramos en El Alto la misa de seis meses de su fallecimiento con la presencia del Obispo. El P. Aníbal y el P. Abdo me pidieron que fuera yo el que hablara en la homilía. A mi no me cuesta hablar de un gran misionero entregado a la causa de los pobres hasta dar la vida como fue Francis. Pero se le echa mucho de menos, y ahora que han empezado las lluvias más aún si cabe. Cinta dice que estos caminos con la lluvia ya si que dan miedo. Yo recuerdo que Francis venía a visitarme como mi coche no puede con tanto barro. Lleva tres días lloviendo sin parar, pero espero que esto pare un poco porque es muy pronto para que empiecen las lluvias. Decía que tuvimos la reunión conjunta de catequistas de las dos parroquias, en total cincuenta y dos catequistas, y hemos programado las visitas a las comunidades hasta diciembre y la fiesta de Italaque para el 29 de septiembre.


Hablando de fiestas, tuvimos la fiesta de la Virgen de la Natividad aquí en Mocomoco, y lo malo fue la cantidad de alcohol que se bebió, las peleas que hubo y sobre todo el mal ejemplo que se da a niños y jóvenes. Desde la parroquia preparamos actividades para los niños para que estuvieran un poco alejados de la presencia del alcohol. Hemos continuado talleres que no dieron tiempo a realizarse en agosto. Pero ahora hemos pensado reunir a los jóvenes y hablarles sobre el peligro del alcohol. En la parroquia hay un grupo de jóvenes que se salvan del resto y queremos que estén bien concienciados para que no cometan el error de sus padres. Este es un tema que me preocupa pero veo esperanza.

Por último decir que, hemos estado repartiendo la ropa que trajeron de España y los niños han agradecido mucho que sea ropa de abrigo pues ellos tienen jerseys que parecen anuncios del queso gruyere. Hemos repartido la ropa y como siempre no alcanza para todos por eso hemos pensado en comprar ropa en La Paz con el dinero que nos han traído este mes de agosto.

Como decía la misión sigue y como siempre tengo la sensación de que esto es un pozo sin fondo, pero mientras haya manos que intenten llenarlo y ayuda que se siga recibiendo con hay problema.

Unidos en la oración


Diego J. Plá cm