67 Mocomoco, 3 de diciembre de 2008.

“No te importen la razas ni el color de la piel, ama a todos...”

Ahora que ando metido en camisas de once varas recuerdo mucho esta canción que nos enseñaban de pequeños cuando asistíamos al catecismo para la primera comunión. La situación es la siguiente: desde hace tiempo creo que si verdaderamente quiero lograr la promoción humana y cristiana de las personas que tengo a mi cargo hay que tomar la determinación de hacer una opción clara y expresa por la educación de los niños y jóvenes, y creo que verdaderamente se logrará una transformación si se opta por esa línea de acción. Y desde este convencimiento me pongo manos a la obra y sueño con una biblioteca para los niños del pueblo, ya que estas pobres criaturas no tienen ni un libro, las clases consisten en dictar la materia y ellos en copiar.

Miro la posible ubicación de la guardería, y resulta que hay un portal que pertenece a la parroquia, pues está debajo de la secretaría y el campanario, y creo que sería un buen lugar, pues hasta ahora es un sitio sucio, que se utiliza de baño, etc… el único fin que se puede comprender es que vienen los campesinos de las comunidades y lo utilizan para dormir.

En la foto se indica la situación de la nueva biblioteca
En la foto está indicada la situación de la "conflictiva biblioteca"


De la situación geográfica pasamos a la toma de posiciones por parte de los habitantes del pueblo. Los padres y madres aymaras de los niños del pueblo están de acuerdo en que se cierre el portal y se le de esta nueva utilidad. Los paceños, que residen en el pueblo, “los blancos” se oponen rotundamente, incluso tumbaron una parte de la construcción, pues dicen que se va a dejar sin alojamiento a los campesinos. Es curioso que en pleno siglo XXI a los pobres se les siga ofreciendo un portal, parece que no hemos avanzado mucho desde la navidad de hace 2008 años. Todavía no se da el paso para ofrecerles sus casas. Y la tercera parte en discordia, los campesinos de las comunidades que influenciados por los paceños estaban en contra del proyecto.

Ante esta situación me reúno con la junta de vecinos presidida por “los blancos” y claro al no poder llegar a un acuerdo abandonan la reunión quedándome con los padres de familia que me dan su apoyo. Días después me reúno con los treinta y seis mallkus (autoridades elegidas por cada comunidad) y después de explicarle que voy a hacer una biblioteca para sus hijos, y que les ofrezco una casa para que se alojen, con cama y colchón, porque tienen dignidad para no dormir en el suelo, me muestran su total apoyo. Digamos que soy el primer blanco que tiene el apoyo total de los campesinos aymaras y la contra de los blancos del pueblo, y de los que viven en la ciudad de La Paz, de hecho alguno dijo que si podía mataba al padre.

Analizando todo la conclusión es clara, hemos tocado el punto clave, vamos a ayudar a los niños y jóvenes para que tengan acceso a libros y ordenadores, y eso a la larga se convierte en algo peligroso, porque le estás dando al pobre medios para conocer sus derechos, para perder la ignorancia en la que vive, y sobre todo para no dejarse pisar. Creo que cuando leía en los libros de teología lo referente a la liberación de los pobres, creo que se puede referir a algo de esto. Eso sí, ahora entiendo que hay momentos en la vida en que te vuelves peligroso para la gente, que molestas, pero creo que vale la pena situarse en esta línea si es que verdaderamente se quiere hacer una opción preferencial por los pobres.

 

Que Dios les bendiga

Diego J. Plá cm

“Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”

diego_pla@hotmail.com