68 Mocomoco, 10 de febrero de 2009.


Saber esperar, que todo llega:


No digo esto porque lleve mucho tiempo sin escribir, sino que sencillamente para conseguir frutos que verdaderamente valgan la pena tiene que ser así.
Tiempo, trabajo constante y confianza en Dios.



Trabajar en la cultura aymara creo que es un reto en sí mismo, más aún cuando hay congregaciones que por la situación política, por los problemas de estar en una cultura tan dura, se están retirando al oriente, a las culturas quechuas y guaaraníes. Yo sinceramente puedo decir que el impermeable tiene algunos agujeros por los que está entrando el agua, el agua viva, el agua que lleva el Espíritu Santo y nos purifica a todos.



Hace poco leí sobre el cambio sistémico como una gran novedad en la acción de la Iglesia. A día de hoy creo ese cambio, que verdaderamente queremos los misioneros, viene desde el análisis serio de las estructuras que tenemos delante, cómo hacer que la Palabra de Dios que está presente en todas las culturas salga de la tierra y haga germinar los corazones, cómo hacer que nuestros proyectos sociales sean verdaderamente transformadores de vida, y de situaciones de injusticia que unote día a día.


Son cuatro años ayudando a la niñez por medio de las guarderías, de los desayunos escolares, de becas de estudios que van logrando futuros profesionales que se conviertan en los propios agentes del cambio, pero del verdadero.

Son muchos los proyectos que lleva adelante la parroquia, pero hoy quisiera detenerme en uno. Hace un año se creó el grupo de mujeres denominado fe y artesanía. Hoy ese grupo de mujeres está elaborando mil pantalones de polar para los niños del campo. Las mujeres tienen trabajo, once familias, y ayudan a que su trabajo repercuta directamente en los más pequeños. Creo que eso es a lo que se refiere lo del cambio sistémico.



No quiero ser extenso, sencillamente doy gracias a Dios porque llena mi corazón, porque como instrumento suyo que soy me siento útil y agradecido de poder sacar familias adelante, y de haber entrado como español, como blanco en una cultura que hasta hace poco era impermeable.


Por cierto, la biblioteca camina a paso firme, Dios quiera que se pueda inaugurar para Semana Santa. Que Dios les bendiga


Diego J. Plá cm “


Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”



diego_pla@hotmail.com