MENSAJE DE NAVIDAD


Mis queridos hermanos de España:
Ya está aquí de nuevo la Navidad, de nuevo la oportunidad de recibir a Dios en la humildad y sencillez de un niño. No quiero que las luces de la Navidad, la música y todos los ruidos que nos propone la sociedad de consumo nos hagan olvidar que Dios mismo hecho niño nació en el silencio de una noche, allí donde nacen y viven los animales con la única música de la alegría de dos seres humanos con gran fe, como fueron José y María.      Desde Bolivia, desde el país más pobre de América Latina, la Navidad es de nuevo una oportunidad para soñar, para salir de nuestra pobreza y creer que Dios viene a nosotros, que para Él somos importantes, que nos quiere, que nos ama en nuestra pobreza.

Navidad es la posibilidad de esperar que van a venir tiempos mejores, que por un momento podemos olvidarnos de nuestra miseria y tristeza, y sonreír sin miedo, libres en la alegría de nuestro Dios. Que podemos creer que seguimos avanzando hacia una humanidad más humana en donde la verdad, la fraternidad, la igualdad serán columnas de esa hermosa sociedad.
En Navidad uno se olvida del cansancio, de la mala alimentación, de los sinsabores y trae a la memoria del corazón la utopía del Reino de Dios. Sigamos trabajando unidos y olvidemos nuestras diferencias en favor de nuestros hermanos más necesitados.
Gracias por su ayuda una vez más, nunca me cansaré de dar gracias a todos lo que ayudan de una manera o de otra a esta pequeña misión de Dios en medio de las montañas andinas.
Que el Niño Dios les bendiga
Con cariño Diego J. Plá cm
Mocomoco, Diciembre 2005.